La relación entre ansiedad y problemas digestivos

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Tener ansiedad y problemas digestivos es mas normal de lo que crees.

Hoy os voy a contar mi experiencia en relación a la ansiedad y problemas digestivos que se pueden experimentar cuando no controlamos totalmente nuestro organismo en general, ni nuestro aparato digestivo en particular.

DEFINICIÓN COLOQUIAL DE APRETÓN

No es ningún secreto que todos, en algún momento hemos sufrido algún apretón ( dícese de ganas de defecar extremas que no pueden ser contenidas ) en alguna situación poco propicia, es decir, en la calle, en un lugar donde no tenemos un aseo cerca, de vacaciones un país extranjero, en un momento donde no podemos movernos, por ejemplo, antes de que despegue nuestro avión. Todo ello puede producirse por la ansiedad que nos produce esa situación. Ella es la responsable de esta reacción del aparato digestivo. Naturalmente, podemos tener apretones sin estar nerviosos por alguna razón en particular, pero suelen responder a otro tipo de causas, como comer algo en mal estado o no llevar una alimentación adecuada, pero ese no es el motivo de este post.

EL INICIO DE MIS PROBLEMAS

Voy a hablar de mi experiencia y de cómo con los años he ido superando este problema que quizá te esté pasando a ti. Yo hasta los 15 o 16 años, no tenía problemas digestivos de ningún tipo, y no era intolerante a la leche bajo ninguna circunstancia. A partir de esa edad, empecé a tener apretones, mas bién esporádicos, sin una causa clara, y que en principio no tenían mayor importancia. El problema es que eran de algún modo, consistentes en el tiempo. Es decir, cada semana o cada dos semanas, había algún día en el que tenía que ir corriendo al baño de forma inesperada. Cuando eres tan joven, no le das muchas vueltas a cosas así, pero poco a poco, se va apoderando de tí una sensación de miedo, sobre todo al tener que salir de casa, y más aún a sitios desconocidos, en los que no controlamos al 100% nuestros pasos, por ejemplo, salir con los amigos a un sitio nuevo que nadie conoce. Eso puede generar ansiedad y hacernos pasar un mal rato. Es una situación incómoda estar con tus amigos y necesitar ir urgentemente al baño, más aún a esas edades, y si eres una persona acostumbrada a no usar bajo ningún concepto aseos públicos ya ni te cuento.

SI TE OCURRE, NO TE AGUANTES!

 Yo tengo que reconocer que debido a estos apretones que me daban de vez en cuando, le cogí miedo a salir. Hubo una vez que me pilló a una hora de distancia en transporte público de casa y aguanté todo el trayecto de vuelta sin decir nada a mis amigos. Lo pasé realmente mal y desde ese día pillé miedo a salir. Era un poco cabezón y estaba acostumbrado a aguantarme hasta llegar a casa.

Una actividad tan aparentemente inofensiva como jugar un partidito de fútbol por la mañana, me hacía estar en el baño 2 o 3 veces antes de salir de casa, y era MI necesidad de vaciarme totalmente antes de salir. Así pensaba que no tendría problemas a la hora de la verdad, y lo cierto es que funcionaba, pero era algo verdaderamente molesto y que acababa cansando.

Así que por muy «culofino» que seas, no hagas estupideces, y si te da un apretón fuera de casa, busca un bar, o centro comercial, parking público, etc lo antes posible. Mejor eso que estar echando espuma por la boca tratando de contener la riada de mierda que se acumula.

Los médicos en aquella época, hablo de hace 20 años aproximadamente, la verdad que no eran de ayuda, porque el tema de la intolerancia a la lactosa era algo como de ciencia ficción y no había nada de información al respecto. Por supuesto tampoco había Internet y no era fácil ponerle remedio.

PUNTOS EN COMÚN

Poco a poco fui viendo ciertos patrones que coincidían. Las primeras veces que tuve la oportunidad de salir de vacaciones unos días con los amigos, estaba aterrorizado ante la posibilidad de tener un apretón en mitad del viaje, pero sin embargo una vez allí, los miedos desaparecían e incluso no tenía ningún tipo de problema durante la estancia. Se me hacía extraño que en casa tuviera problemas digestivos y estando fuera no. Y era ni más ni menos que por la alimentación. De vacaciones no consumía tanta leche, ni tantas galletas, ni alimentos que podían arruinarme el día. En aquel momento no lo sabía, pero con los años me fui dando cuenta de ello.

Por eso estando por ahí no tenía apretones y de vuelta a la vida normal, sí. Tardé muchos años en conectar todos los puntos, pero al final lo conseguí.

ENFRÉNTATE A TUS MIEDOS

Una vez que conoces tu cuerpo y le pierdes un poco el miedo a lo desconocido, todo se hace mucho más llevadero, y la ansiedad y problemas digestivos ya no serán tan problemáticos. Yo no salí mucho de casa en mi infancia y tuve una época que se me hacía realmente duro salir de casa, me daba bastante ansiedad, y eso unido a mi problema con la intolerancia a la lactosa, lo convertía en una pesadilla. Con el tiempo se puede dominar pero cuesta trabajo hacerlo. Pero si yo he podido, cualquiera puede. Es lo que mucha gente dice, hay que enfrentarse a los miedos. No resulta sencillo y es más fácil decirlo que hacerlo, pero lo cierto es que funciona.

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